Sysadmin en 2021


No es ningún secreto que los sysadmins somos una especie en extinción, hace más de 10 años que la industria ha ido cambiando paulatinamente hacia servicios basados en infraestructura diferente a la que dominaba el mercado en la década antepasada. Los sysads hemos tenido que ir aprendiendo nuevos temas como nube, automatización, metodología ágil y demás para intentar mantenernos vigentes.

Ademas hemos tenido que optimizar los conocimientos de manejo de sistema operativo, aprender con buen detalle el manejo de servicios de correo, web, bases de datos, seguridad de redes, scripting, y la lista sigue y sigue.

Mientras tanto el mercado laboral ha ido migrando a un modelo diferente en el que ya no se usa tanto la habilidad de administrar servidores sino que se “orquestan”, de tal manera que con mucha frecuencia lo que sabe un sysadmin, y que aprendió durante muchos años, ya no es requerido o bien pagado como los nuevos puestos de “Ingenieria de nube” (cloud) que termina siendo una forma muy diferente de manejar infraestructura en la que no es tan importante saber demasiado del sistema operativo Linux y sus servicios, ya que se usan “plantillas” conocidas para el OS, para los servicios (web, bases de datos, redes, etc.) y además son específicas de la nube que se usa, es decir, dependen del proveedor con el que se manejan.

La gran diferencia entre el modelo sysad y el de cloud es que el primero requiere en estos días saber muchísimo de Linux y muchos servicios asociados a este; el modelo de cloud lo que requiere es entender como se relacionan las aplicaciones del proveedor (Amazon, Google, Microsoft, etc.) y cuales son las plantillas de configuración para los servicios que se requieren. Si el equipo de desarrollo de las apps (casi siempre web apps) hace lo correcto para nube, el administrador de cloud no necesita preocuparse de gran cosa excepto saber cómo orquestar la infraestructura de nube.

Aprender a manejar cloud puede ser cosa de meses, se pueden lograr diseños muy complicados con estudiar unos cuantos meses, cosa que en un ambiente tradicional es poco probable que se logre en menos de años, sin mencionar que va a ser poco probable que alguien que solo tiene unos meses de experiencia pueda tener la oportunidad de “jugar” con una infraestructura grande y complicada… no solo es difícil de manejar, el costo de la infraestructura es tan alto que nadie arriesgaría dejarla a cargo de alguien sin experiencia.

De tal manera que en estos días un sysad con varios (>2 y <5-10) años de experiencia puede ganar menos que alguien que trabaja en cloud y tiene meses o un par de años de experiencia a lo mucho… y ni hablar de un ingeniero de cloud con más años de experiencia.

Todo esto ha movido el mercado laboral a un concepto mayormente introducido por google que es el de los Site Reliability Engineers (SRE); que podríamos decir son sysads con suficiente experiencia para manejar ambientes complicados incluyendo la optimización de configuraciones, buen conocimiento se redes, seguridad, e incluso programación a un nivel al menos intermedio para poder detectar problemas de código, proponer y hasta implementar mejoras en las mismas aplicaciones, entre otras cosas.

Posiblemente podríamos decir que ahora existen dos puestos: el de los que saben de nube, y el de los que saben de todo. Estos últimos serían los sysads pero ahora saben mucho más de lo que era necesario hace 10-20 años, es decir que saber lo que sabía un sysad de entonces ya no es valorado a menos que ese sysad lo sepa con más detalle y que sepa de varios otros temas a un buen nivel incluyendo algo de manejo de proyectos, y por supuesto cloud… creo que ya voy dándome a entender lo que significa ser sysad en 2021, verdad?

Hace 20 años tuvimos la transición de los webmasters a los sysads, de manera similar a la transición de estos últimos 10 años (ha sido larga) de pasar de los sysads a los SREs. Siento que cada transición es como un orden de magnitud más en la complejidad de lo que requiere saber alguien para trabajar en el puesto; es decir, ahora la complejidad es como 100 veces mayor que hace 20 años, y es posible porque tenemos acceso a documentación y entrenamiento que antes era totalmente inexistente.

Lo que no veo tan usual es que un ingeniero de cloud vaya en camino a ser SRE, sucede, pero no hay un camino claro para ello en especial porque el incentivo económico puede no ser muy atractivo, se gana bien sin tener que complicarlo todo. De tal manera que ahora la curva de aprendizaje para el sysad es muy empinada y hasta que se tiene el nivel de SRE es que el sueldo se convierte en algo muy atractivo… en cambio en cloud puedes tener sueldos atractivos en cosa de meses.

La dinámica laboral y de competencias se ha vuelto interesante, tal vez escriba otra publicación al respecto, mientras tanto, poco a poco vamos desapareciendo los sysads, sobreviven los que pasan a SRE o a ingeniero de cloud para competir con la nueva generación.



La controversia al rededor de la UNAM


Hoy leí una nota “en defensa” de la UNAM, y en las últimas semanas he leído otras, y oído de vez en cuando las preguntas que le hacen al Peje en las Mañaneras, y realmente me es difícil ver la opinión en defensa de la universidad porque yo pasé unos 8 años como estudiante y luego trabajé 7 años en uno de sus centros/institutos ( se convirtió en el inter) y cualquiera que haya pasado unos años en la UNAM va a saber de los manejos que se hacen y probablemente incluso llegue a ser víctima del abuso se poder de “los de arriba”.

Nadie honesto puede negar que la UNAM se maneja por grupos de poder, no uno solo, y el poder mas fuerte usualmente es el cercano al rector, y más localmente de los directores. No voy a decir que todo es corrupción, para nada, pero definitivamente hay mucha, más de la que debería tolerarse con la tranquilidad con la que se tolera la existente en la UNAM.

Tengo muy buenos amigos en la UNAM, y les pido disculpas porque a algunos les molestará mi opinión, pero dejar las cosas como están no es una decisión que le convenga a la universidad, no se está haciendo lo mejor posible, y mucho dinero se tira a la basura gracias a esos compromisos creados a base se “apoyos” entre cuates y concentración de proyectos en grupos que los usan para beneficio económico de unos cuantos.

No tengo mucha confianza en que realmente haya un cambio serio, porque por definición los que desvían dinero lo hacen cuidando sus espaldas, y es extremadamente complicado probar lo que sea, solo sucede lo que los de poder quieren que suceda, y el “ataque” que están sufriendo atenta contra los intereses de los que se han beneficiado por mucho tiempo, no van a dejar ir esos beneficios así nada más.

Si alguien tiene intención de mejorar las cosas que hable con los que no tienen poder, con los que son de las generaciones más jóvenes, hay muchos que estoy seguro estarían dispuestos a hablar sobre los manejos, los abusos de poder y de la discriminación que se da de manera cotidiana gracias a que ya se acepta como normal que los de poder pueden salirse con la suya.

No se puede tapar el sol con un dedo, pero tampoco es fácil combatir la corrupción, ni siquiera con pruebas, esto va para largo, pero ojalá que sí mejore en algo la situación de la UNAM, es una lástima que la máxima cada de estudios ponga un ejemplo tan bajo en cuestión de ética e igualdad de oportunidades.