La percepción pública como medio para justifica/descalificar lo que sea


Se han dado cuenta del gran cambio mediático que hemos vivido en los últimos años?

La “super carretera de la información” mejor conocida como internet llegó para hacer un gran cambio en la accesibilidad de información, sin embargo, la realidad es que en gran medida este cambio afectó solo a un sector de la población, hablando de México en particular, ya que no toda la población tiene acceso a internet, hasta hace unos meses se hablaba creo que de un 11% de penetración de este servicio en el país, posiblemente en otros países la realidad sea diferente.

Pero resulta que el gran cambio no vino tanto de la disponibilidad de información, ya que la información disponible en realidad no era diferente con la llegada de internet, hubo un cambio mucho más reciente que estuvo relacionado con un movimiento relativamente nuevo dentro de internet llamado “redes sociales”.

Las redes sociales vinieron a modificar tanto la comunicación entre personas como la disponibilidad de información, pasando de tener originalmente acceso a la información académica o la proporcionada por los medios tradicionales de comunicación, a tener cosas como wikileaks, y otros sitios no tan populares, pero igualmente valiosos, que empezaron a hacer honor a la frase “la información quiere ser libre” sacando a la luz documentos, cartas, y toda clase de acuerdos entre diferentes instancias de gobierno de una gran cantidad de países. Estamos hablando de documentos secretos, clasificados o que simplemente los autores involucrados no hubieran querido hacerse del conocimiento público.

Otra cara de este proceso de “democratización” de la red (internet) fue la aparición primero de algunos sitios sociales, orkut fue uno de los pioneros, y luego aparecieron los masivos, hi5, myspace y finalmente los que harían un efecto mundial, facebook y twitter.

Posterior a facebook y twitter han llegado toda clase de sitios sociales enfocados a temas particulares, que gracias a los dispositivos móviles actuales han hecho de estas subredes dentro de internet estén pobladas por una rica variedad de personas y por tanto personalidades, que fácilmente pueden intercambiar opiniones, y en algunos, o muchos, de los casos simplemente aventar su opinión al mundo no necesariamente esperando ( ni consiguiendo ) que sea leída, escuchada o vista por una o más personas.

O sea, la facilidad de lanzar opiniones a la red ha hecho que la gente sea más comunicativa al respecto de sus opiniones, y claro, dentro de este fenómeno, tal y como en los medios tradicionales, necesariamente existen personas que logran hacer sus opiniones mucho más tomadas en cuenta que las de la mayoría, esencialmente aquellos que lo hacen como una forma de trabajo, o en su defecto que llevan consigo algún tema de interés importante para algun grupo social.

Esto parecería como que no cambia de manera importante la forma en la que la información es accesible para la persona promedio, después de todo caemos en el esquema de que solo la información que proporcionan aquellas personas que califican como reporteros, dentro de sus sitios, casi siempre de un esquema periodístico bastante cercano al tradicional, solo un poco más dinámico, son los que logran llevar sus palabras a cantidades grandes de personas.

En la realidad, a pesar de que el párrafo anterior no es errado, si hubo un cambio importante con las nuevas redes sociales de internet, ahora no solo tenemos la opinión de “expertos”, sino que es muy fácil notar dentro de la expresión colectiva intereses que van más allá de lo que los medios comerciales quieren resaltar. Dentro de este cambio tenemos que ahora por ejemplo los políticos depende muchísimo de los sitios sociales para hacer su contacto con su sociedad, y esto cambia naturalmente toda la jugada.

Todo este royo que me he aventado es para discutir el tema de la calificación o descalificación de la opinión pública. Resulta que con la adaptación de los políticos a esta nueva forma de darse a conocer, publicitarse, y estar en contacto con la sociedad se ha dado un fenómeno nada inesperado de ellos, la negación de la realidad.

Es obvio para todo mundo que las estadísticas, reportes y toda clase de indicadores que usan los políticos están perfectamente amañados para hacerlos quedar bien, y claro, nadie espera que acepten públicamente que son unos incompetentes, aún cuando en muchos casos lo son de manera notable (EPN, FCH, entre los más). El asunto es que esta negación de la realidad, porque eso es, ahora se hace evidente ya que los medios sociales no tienen ninguna necesidad de seguir el juego, a diferencia de los reporteros que por angas o mangas llegan a tener que “venderse” o sucumbir ante las presiones del gobierno o la delincuencia (no se si debí separarlos).

Así como expresidentes negaban problemas económicos, sociales y de seguridad, ahora resulta que los políticos han abrazado los medios sociales exactamente con la misma filosofía, son simples escaparates para presumir sus grandes logros, sus negociaciones en pro de la sociedad y las maravillas que sus decisiones han hecho en la sociedad que los eligió.

Claro que la gente no se queda tan tranquila, dentro de lo que cabe, y las redes sociales se han convertido en el medio de aterrizamiento de esos sueños guajiros expresados por una gran cantidad de políticos, y en la actualidad es más fácil entender muchas situaciones leyendo los comentarios en las redes sociales que viendo noticieros en la tele.

Una gran cantidad de estas expresiones sociales están encaminadas al repudio y desapruebo de las actividades desarrolladas por los políticos, y la respuesta natural de estos ha sido la de siempre, la negación. Pero no para ahí la cosa, como es necesario contrarrestar las opiniones negativas, una buena cantidad de políticos, notablemente el presidente copetón, o más localmente Manuel Martine Garrigós en Morelos, han decidido atacar por la vía ruda, contratando gente que de opiniones positivas de ellos en los medios sociales, y en algunos casos de plano contratando programadores que manden robots a replicar masivamente comentarios positivos de ellos, o criticando a sus adversarios. Lo mismo que han hecho siempre con periódicos, radio y televisión.

De esta manera hemos recaído en el clásico esquema de “todos están mal, yo estoy bien” en el que los políticos solo se dedican a congratularse de sus grandes medidas y sus grandes planes, ciegos a la realidad del personaje común en la sociedad que les tocó presidir. En mi caso lo veo tristemente en el gobernador de Morelos, de palabra trae grandes intenciones, pero en los hechos ha logrado poco, y lo realmente preocupante es lo poco que se puede esperar a futuro si nos damos cuenta de las malas decisiones que toma con frecuencia.

Y qué ha pasado ante el descontento social expresado ampliamente en las redes sociales, blogs y medios periodísticos tradicionales? En el caso de Graco, como en el de EPN, y muchos otros seguramente, la respuesta de estos personajes es descalificar, anunciar complots en su contra y denunciar de pesimistas a sus detractores.

Desafortunadamente, dentro de esta descalificación de la opinión pública hemos perdido buena oportunidades de hacer cambios que pudieran haber mejorado mucho este país, pero en vez de eso vemos que como tanto se ha intentado en el pasado, los políticos se dedican a seguir vendiendo el país, seguir generando empleos mal pagados, seguir siendo serviles ante la voluntad de USA, y buscando la mejora de la sociedad mexicana prácticamente en el último lugar de sus prioridades, si bien nos va.

Hoy como desde hace mucho tiempo, para que un grupo sea escuchado se requiere de métodos alternativos, siempre descalificados por el gobierno, y claro, no tienen ningún conflicto de intereses al descalificar a sus detractores. Esos métodos los hemos visto desde hace 20 años, y cada vez son más drásticos, pero los políticos siguen usando cualquier información para apoyar su agenda y descalificar las opiniones contrarias.

Sigamos así, hasta que una de las partes se canse suficiente.


No Comments, Comment or Ping

Reply to “La percepción pública como medio para justifica/descalificar lo que sea”